FERNANDO

Fernando había nacido en el seno de una familia campesina, era el menor de siete hijos, le precedían 6 hermanos, 3 mujeres de 30, 27 y 18 años , un varón de 33 y 2  mellizos de 17. El había cumplido recién los 15.

Las familias en el campo, son prolíferas , las mujeres se casan muy jóvenes y ni siquiera tienen noción de lo que nosotros llamamos planificación familiar, llegan al mundo todos los hijos que quieran venir..

Fernando había llegado, cuando ya se pensaba que no vendrían más , motivo por el cual, era el que acaparaba la atención y mimos de todos los integrantes de la familia.

Desde pequeño fue especial y diferente y también un poco débil y enfermizo.

Era muy callado y taciturno, a diferencia del resto , que eran  alegres y bullangueros.

Le daban miedo los juegos de otros niños de su edad, los encontraba bruscos y aburridos, él a escondidas, jugaba, con algunas muñecas de trapo, que seguramente habían pertenecido a sus hermanas.

Un  día Romualdo ( su padre), lo descubrió en el granero, jugando muy entretenido con las muñecas,  él siempre estaba atento a que pudiera entrar alguien, pero ésta vez, no sintió llegar a su padre, el cuál con un vozarrón que daba miedo le gritó

-         ¿ Y tu que haces?, era la desgracia que me faltaba ¡tener un hijo maricón!

Fernando no contestó , bajó la cabeza , sintió que sus mejillas ardían y que dos lagrimas corrían por ellas.

El padre le soltó...

-Y nada de ¡lagrimitas!, eso queda para las mujeres , tú eres un hombre y aunque sea a “rebencazos” te lo haré entender. No seré el hazmerreír del pueblo,¡ maricones yo no quiero en mi casa!. Desde mañana te irás conmigo al campo..

Fernando, pensó que habría ocurrido, si en vez de sorprenderlo jugando con muñeca, lo hubiera visto , vestido con alguno de los vestidos de sus hermanas. Cosa que solía hacer en el granero, cuando sabía que nadie le vería. Era algo que le provocaba mucho placer, pero , que estaba consciente de que nadie se podía enterar.

La jornada comenzaba muy temprano, a las 4,30 de la madrugada, ya toda la casa estaba en movimiento y la mesa servida para el desayuno de los hombres , que irían  a sus labores del agro.

Romualdo notó que Fernando no se había levantado y le dijo a su hijo...

-         Mañungo, ve a sacar a ése chiquillo de moledera de la cama, ayer lo sorprendí jugando con muñecas el muy mariconcito, así que hoy irá con nosotros a la viña.

Manuel, corrió al cuarto de su hermano, pero la cama  estaba vacía...

-Apá, el Feña , no está en su cama.

Dicho esto, los dos sin decir una palabra, partieron en dirección al granero.

La escena que vieron, difícilmente podrán olvidarla.

El esmirriado cuerpo de Fernando, yacía sin vida,  , con la cabeza destrozada, aun lado, el rifle de su padre y al otro la muñeca de trapo. Nadie escuchó el disparo.

Scarlet2807.