Hasta
Siempre Compañero
Como se habrán dado
cuenta me he tomado un receso y hace mucho que no escribo, pero
hoy no podía callar y
hacerle un pequeño homenaje a un amigo que ha partido, no lo conocí
en persona, pero lo siento como si lo hubiera conocido,era mi
compatriota radicado por muchos años en Dinamarca, me refiero a
Charles
Ían Welden Robeson, conocido más como Ían Welden, poeta, narrador,
músico, cantante y artista gráfico.
Era
seguidor de mi blog y muchas veces me comentó como creo que a varios
de vosotros.
Quiero
decirte Ian que los grandes no mueren, perduran a través de su obra,
asi que siempre estarás entre nosotros...
De
pie, aquí al borde de la línea
sabiendo que mañana ya no existe.
Sacos de puertas hechas triza sobre mis espaldas
y cenizas cuando finalmente entregue
todo lo que he pedido prestado.
Caminando hacia la tierra de nadie,
buscando algún sueño en mis bolsillos,
tanteando ciego el muro del atardecer
y calculando mis pérdidas en las estrellas.
Debo trepar a algún lugar donde ya estuve,
por ahí en mi alma siento la nostalgia,
voces amistosas que seguramente existieron
y vidas que tienen sentido al amanecer.
Nubes en mis manos
lluvias en mis pies
el mundo insiste en girar sin mí.
Y si el sol se atreviera a asomarse
tan sólo expondría mis pecados a la luz.
¿Dónde está mi canción?
¿Cuáles fueron los equivocados pasos
que me condujeron a este abismo?
Detenido aquí al borde de la línea final
sembrando piedras con mis dientes,
durmiendo en carcasas de viejos barcos abandonados
y mendigando besos entre las multitudes.
Poema de Ían Welden: "Al borde de la línea final “
sabiendo que mañana ya no existe.
Sacos de puertas hechas triza sobre mis espaldas
y cenizas cuando finalmente entregue
todo lo que he pedido prestado.
Caminando hacia la tierra de nadie,
buscando algún sueño en mis bolsillos,
tanteando ciego el muro del atardecer
y calculando mis pérdidas en las estrellas.
Debo trepar a algún lugar donde ya estuve,
por ahí en mi alma siento la nostalgia,
voces amistosas que seguramente existieron
y vidas que tienen sentido al amanecer.
Nubes en mis manos
lluvias en mis pies
el mundo insiste en girar sin mí.
Y si el sol se atreviera a asomarse
tan sólo expondría mis pecados a la luz.
¿Dónde está mi canción?
¿Cuáles fueron los equivocados pasos
que me condujeron a este abismo?
Detenido aquí al borde de la línea final
sembrando piedras con mis dientes,
durmiendo en carcasas de viejos barcos abandonados
y mendigando besos entre las multitudes.
Poema de Ían Welden: "Al borde de la línea final “